Cambios de Aceite

 

Cada vehículo, su motor y su uso tienen unas exigencias diferentes a las que se debe adaptar el aceite, garantizando así su buen funcionamiento, un rendimiento óptimo y evitando el desgaste de las piezas.

 

¿Cómo funciona el Aceite del Motor?

 

Elaborado a partir de hidrocarburos derivados del petróleo, su función principal es la de establecer una película lubricante entre las piezas móviles del motor, reduciendo así su fricción, lo que a su vez mejora su rendimiento, reduce el consumo y el desgaste de sus piezas. Además cumple una función adicional, disipando las altas temperaturas del motor por todo su interior y enfriando partes clave.

 

El aceite de motor tiene una gradación en función de su viscosidad, que es la resistencia que ofrece a fluir. Gracias a esta viscosidad, cada aceite tiene unas propiedades que resultan más o menos adecuadas a cada motor en función de sus prestaciones o uso. Dicha viscosidad cambia de verano a invierno, por lo que debemos elegir el aceite más adecuado según la zona en la que utilicemos nuestro vehículo.

 

Hay varios tipos de aceites: minerales, semisintéticos y sintéticos, siendo más eficientes éstos últimos por haber sido modificadas sus propiedades mediante procesos químicos.

 

El Aceite del Motor necesita ser sustituido cuando...

 

Es aconsejable realizar un control periódico sobre el nivel de aceite y realizar un cambio siguiendo las recomendaciones del fabricante.

En los aceites minerales, no es aconsejable superar los 5.000 km, en el caso de los Semisintéticos 10.000 km y los Sintéticos pueden alcanzar los 15.000 km de vida útil.

 

Consecuencias de un Aceite en mal estado

 

Un anormal funcionamiento que puede provocar un desgaste en las piezas internas del motor. Se trata de piezas sometidas a un rendimiento tan exigente, que su situación puede provocar una avería que obligue a sustituir todo el bloque motor, con el enorme gasto que ello implicaría.

 

Consejo Experto

 

Realizar un control visual del nivel del aceite cada 3.000 km.

Respetar los plazos y los kilometrajes máximos de cada aceite por tipo, vehículo y prestaciones.

A mayor calidad del aceite, mayor garantía del buen funcionamiento de éste.

No mezcles distintos aceites ni viscosidades, puedes provocar una alteración en sus propiedades.